CONDICIONES Y PROCEDIMIENTOS
Crecimiento de la próstata
¿Por qué con el paso de los años los hombres empezamos a orinar mal?
Por encima de los 40 años, la próstata comienza a crecer. Este crecimiento usual se denomina hiperplasia prostática benigna (HBP). Se llama benigna debido a que no es canceroso, y la hiperplasia es el término médico para un aumento en el número de células en un tejido o un órgano. HBP es la causa más común de agrandamiento de la próstata; en efecto, si un hombre vive lo suficiente, es casi seguro que experimentan algún grado de HBP. Es una condición benigna que no conduce al cáncer de próstata, aunque los dos problemas pueden coexistir. Pero en algunos hombres, la enfermedad progresa y los síntomas se intensifican de forma constante, año tras año. En casos extremos, la próstata, Normalmente del tamaño de una nuez, puede crecer tan grande como una naranja. No se sabe exactamente por qué se produce la HBP. Una teoría popular sugiere que la próstata comienza a crecer debido a los cambios en el equilibrio entre la testosterona, una hormona masculina, y estrógeno, una hormona femenina que está presente en pequeñas cantidades en los hombres. La producción de testosterona disminuye con la edad avanzada, cambiando la relación de testosterona a los estrógenos. Algunos estudios en animales han demostrado que este cambio en el equilibrio hormonal puede protagonizar una reacción en cadena, provocando la multiplicación celular rápida que resulta en la HBP. Este fenómeno se da de manera mas rápida en pacientes con sobrepeso y obesidad donde la testosterona es captada por las células adiposas y así se produce un disbalance mas marcado y posiblemente mas síntomas urinarios. Estudios animales muestran como otras hormonas tienen también un papel en la división celular como la dihidrotestosterona y como los procesos inflamatorios de la próstata también pueden contribuir al desarrollo de HPB Factores de riesgo para la HBP incluyen obesidad abdominal, diabetes y la falta de actividad física. La investigación muestra que incluso el ejercicio ligero reduce el riesgo de desarrollar BPH alrededor de un 35 %. El consumo de alcohol también parece disminuir el riesgo de BPH pero no el riesgo de los síntomas del tracto urinario inferior que puede causar. La dieta sin duda parece importar. Grandes estudios han encontrado una correlación entre los patrones de dieta occidental (el alto consumo de carne roja, granos refinados y el azúcar) y la ampliación de la próstata. La población oriental con dietas ricas en soya y vegetales tiene las tasas mas bajas no solo de HPB sino de cáncer de la próstata. Entre el 50 % y el 60 % de los hombres con BPH puede nunca desarrollan síntomas, mientras que otros si haciendo que estos síntomas alteren la calidad de vida. Los síntomas principales incluyen chorro urinario débil, pujo para orinar, dificultad para empezar a orinar, levantarse en la noche a orinar, infecciones de la orina, sangre en la orina entre otros. En efecto, HPB no se considera que sea un problema de salud a menos que se presenten síntomas urinarios. La mejor forma para evaluar los síntomas urinarios es consultar al urólogo. Sin embargo al final de este documento encuentra usted un vinculo a una escala de síntomas urinarios llamada el IPSS (International prostate symptom score). Es una escala validada en todo el mundo que ha demostrado ser confiable para determinar la severidad de los síntomas urinarios y el compromiso de calidad de vida. Si en esta escala usted tiene mas de 8 puntos y presenta en la ultima pregunta mas de 3 puntos debe consultar al urólogo. Las probabilidades de experimentar estos síntomas aumentan con la edad; la mitad de los hombres mayores de 70 experimenta algún grado de LUTS. Aunque el tamaño de la próstata parece estar relacionada con los síntomas, eso no es siempre el caso: algunos hombres tienen un agrandamiento pero nunca tienen síntomas, Mientras que otros con pequeñas glándulas hacen, cuando se presentan los síntomas, los pacientes y sus médicos tienen varias opciones terapéuticas para elegir, incluyendo medicación, cirugía, o tratamientos con cirugía endoscópica ( por la uretra sin heridas) o abierta. La decisión de una u otra la determina el tamaño de la próstata. Próstatas mayores de 80 gramos usualmente se manejan con cirugía abierta sin embargo hemos logrado desarrollar amplia experiencia en el uso de técnicas en endoscópicas que permite tratar paciente con próstatas hasta de 120 gramos con el uso del laser. Láser significa amplificación de la luz. Esta amplificación permite condensar la luz en punto y lograr vaporizar , coagular o resecar un tejido. En el caso de la próstata existen diferentes tipos de laser. El más utilizado en el mundo es el laser de luz verde. Tiene la ventaja de una intervención mínimamente invasiva, mínima estancia o ambulatoria, mínimo tiempo de sonda ( promedio de 16 horas) y un reintegro a a actividades mucho mas rápido. La mayoría de empresas de medicina prepagada cubren esta técnica quirúrgica.
¿Qué pasa si vivo lo suficiente? ¿Tendré más síntomas urinarios?
El sistema urinario comienza con los riñones que son el sitio donde se produce la orina. La vejiga es el reservorio al cual llega la orina una vez es eliminada por los riñones a través de un par de conductos llamados uréteres. Este reservorio debe ser capaz de aguantar las presiones externas como las que ocurren al hacer esfuerzos como toser o reírse sin que se escape la orina. La vejiga como cualquier músculo puede contraerse para expulsar la orina o relajarse para guardar la orina dependiendo de las señales que envíe el cerebro a través de los nervios.
En un sistema urinario saludable la vejiga funciona en coordinación con la uretra que es el conducto por el cual sale la orina al exterior. Cuando la uretra es débil o se encuentra en una posición inadecuada por un mal soporte de los músculos que la rodean, ocurre incontinencia urinaria. Esto puede ocurrir con el paso de los años, el antecedente de partos y con la pérdida de hormonas al retirarse la menstruación (menopausia). Pero este no es el único mecanismo necesario para lograr que la orina no escape. En el sistema urinario, los músculos y nervios trabajan en conjunto para mantener la orina en la vejiga, para luego liberarla en el momento apropiado. Cuando los nervios no funcionan correctamente una persona puede sufrir de incontinencia de urgencia o vejiga hiperactiva.
¿Cómo puedo saber si necesito tratamiento para la HPB?
La mejor forma es consultar al urólogo, después de una entrevista médica y un examen que incluye realizar un tacto rectal así como laboratorios de sangre para medir la función de los riñones y el nivel de Antígeno prostático específico ( ver más sobre el antígeno prostático ) así como la realización de un examen de orina y algunas pruebas adicionales no invasivas, se pude tener certeza de la mejor opción de tratamiento ya sea con medicaciones o eventualmente con intervenciones.
¿Cómo saber si necesito una intervención de la próstata?
Si mis síntomas urinarios son severos, si no hay respuesta adecuada con medicaciones o si eventualmente presenta sangrado en la orina, infecciones de orina, formación de piedras en la vejiga o retención de orina ( imposibilidad para orinar ) estas pueden ser indicaciones de necesidad de tratamiento con cirugía para la HPB.
¿La cirugía para la HPB es la misma que para el cáncer de próstata?
No. La cirugía próstata para la HPB es una cirugía en la cual se retira la porción de la próstata que obstruye para orinar únicamente. No se retira toda la próstata como si ocurre en el caso del cáncer de la próstata.